martes, 23 de julio de 2013

Portolobos



- Gerard: Hace tiempo pensaba y reflexionaba acerca de lo que podría ser o más bien de aquello que debería ser, pero la vida te va llevando por sorpresas... reallity checks que te demuestran una y otra vez que la justicia, el karma son solo palabras lindas que le dan a la gente esperanza de que su sufrimiento vale la pena, pero bien dicen en Hemlock Grove, dios no quiere que seas feliz, quiere que seas fuerte.

- Karla: Siempre citando películas o series, de vez en cuando deberías de leer un libro, todo lo que dices es cuestión de fe, eso es algo que no conoces o más bien los consideras un veneno que lejos de ayudarte te afectan, pero eso es por que tomas la vida demasiado en serio.

- Gerard: ¿Y cómo no tomarla en serio si solo tenemos una?

- Karla: ¿Estas seguro de que solo es una?

- Gerard: ¿Acaso has vivido otra? Eso es parte de la utopía de la sociedad actual, todos quieren una oportunidad de empezar de nuevo, vivir la vida de alguien más parece que nadie puede estar feliz con lo que tiene.

- Karla: Lejos de una utopía eso es un problema, digo la ambición es buena es un móvil poderoso pero a veces cruza la linea y solo causa dolor al no poder alcanzar lo que desean, tal vez eso te paso a ti.

- Gerard: No estoy seguro, siempre obtuve lo que quise tener, no siempre de la manera en que lo quería pero lo obtuve al fin, lo que me paso a mi fue más complejo, la mejor manera en que puedo escribirlo es que la mayoría de la gente es pinche, o cuando menos en este país, no conozco como son en otros.

- Karla: No se sí la gente sea pinche por gusto o por obligación.

- Gerard: ¿A qué te refieres?

- Karla: Ve tu ejemplo, cuando yo te conocí eras una persona increíble con tu carácter pinche de siempre pero eras una excelente persona, aún cuando estabas enojado eras respetuoso y comprensivo.

- Gerard: ¿Y de qué me sirvió? A esa gente le das la mano y te agarra el, la cartera y la verga.

- Karla: A eso me refiero tu también has cambiado, sí bien no eres la misma basura que ellos, te volviste frío, duro, poco comprensivo con los demás, en el mejor sentido de la palabra eres un hijo de la chingada.

- Gerard: Sí eso puede tener un mejor sentido...

- Karla: Es complicado, pero si, tuviste que cambiar para conseguir que tus empresas funcionaran.

- Gerard: Tal vez tienes razón, a veces el cambio es una obligación, adaptarse, para sobrevivir.

- Karla: Cambiando de tema, no es que no disfrute tu charla, pero ¿me trajiste a un hotel para platicar la mierda del mundo?

- Gerard: No quería romper esa bonita tradición de tener un pésimo timing en nuestras conversaciones.

- Karla: ¿Recuerdas la última vez que nos vimos?

- Gerard: Si, justamente fue aquí antes de que te casaras, de hecho ese día me enteraste de la boda, a la cual no fui invitado.

- Karla: Tu estabas en Londres cuando mi boda.

- Gerard: Lo sé, seguramente no habría asistido pero me hubiera gustado que me invitaras.

- Karla: El hubiera no existe, un día deberíamos de ir a tomar un café.

- Gerard: Sería toda una aventura, no me podría acostumbrar a hablar contigo con la ropa puesta.

- Karla: Definitivamente sería extraño, le quitaría el encanto.

- Gerard: Tomar un café, volvería esto algo demasiado real y seguramente, tu escaparías como siempre y yo regresaría a Caborca.

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